Tú, eres a quien amo, la sombra en mis sueños,
tu risa es eco de mis grandes deseos.
Eres la luz de la luna que ilumino mi deseo,
tu piel, el lienzo que en mis dedos poseo.
Tus ojos, abismos donde encuentro mi fin,
y en cada mirada un beso sutil.
Eres el fuego que en mis venas arde,
y aun así, te anhelo, cada que llega la tarde.
El roce de tus dedos, susurros prohibidos,
me arrastras al fuego, a placeres perdidos.
Entre sombras danzamos, en un juego fatal,
tus labios, mi perdición, un pacto inmortal.
Tú, quien eres la esencia que devora mi ser,
cada toque tuyo es lujuria y poder.
Tu cuerpo es el altar donde quiero caer,
en ti, cada límite me hace enloquecer.
Cada beso es un pacto que nunca se quiebra,
en tu abrazo oscuro, mi alma se quema.
Tú, mi delirio, mi deseo más fiel,
en tus brazos, me encuentro y me pierdo a la vez.