Bajo esta pluma, una sombra
Escribo para ordenar el caos, para darle forma al dolor, para no dejar que la melancolía se pudra en silencio. Mis palabras son espejos rotos donde intento ver quién soy, o quién fui antes de romperme.

Mi nombre es Daniel Ortiz, y desde que tengo memoria, he vivido entre letras y penumbras. La escritura no es un pasatiempo: es una herida que aprendí a cuidar.
Mi voz literaria habita lo sombrío, lo simbólico, lo que muchos callan. Me atraen las emociones profundas, las grietas humanas, los rincones del alma donde la luz apenas entra. Escribo con tinta, sí… pero también con rabia, con ternura, con preguntas que no siempre quiero responder.
Y entre palabra y palabra, aparece la otra pasión: la fotografía.
Camino la ciudad con los ojos abiertos como cicatrices. Mi cámara es extensión de mi mirada: urbana, cruda, nostálgica. Busco lo que se esconde en lo cotidiano, en lo que nadie ve porque no se detiene. Capturo reflejos, grietas, paredes que han escuchado más confesiones que cualquier templo.
No distingo entre escribir y fotografiar. Ambas cosas son mi forma de hablar con el mundo. Ambas me duelen. Ambas me salvan.
Editorial Pixel y Pluma es mi refugio, mi umbral, mi confesión abierta.
Aquí habita lo que nunca dije en voz alta.
Aquí te doy la bienvenida, si te atreves a leerme entre sombras.
“No escribo para ser leído. Escribo para no desaparecer.”
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Gracias por caminar conmigo entre ruinas y palabras.